La clave está en pensar que “no nos afecta lo que nos sucede sino lo que nos decimos sobre lo que nos sucede”, es decir, darnos cuenta que lo que nos provoca dolor en realidad es la interpretación que le damos a los problemas.
La propuesta de Santandreu, es que todos manejemos como base esta información para luego poder aplicar su método, que se resume en tres pasos:
1. Detectar todos los días qué creencias irracionales se han mantenido a lo largo del día, que han producido malestar emocional.
2. Combatir esas ideas irracionales mediante tres diferentes argumentos, de comparación, de posibilidades y existenciales, donde la pregunta es “¿qué será de mi y del problema que me preocupa dentro de 100 años?”. La respuesta es clara, nada, estarás muerto y esta adversidad habrá dejado de tener importancia”.
3. Formular, finalmente, las creencias racionales correspondientes, que son generalmente más sensatas y alegres.
El Arte de no Amargarse la Vida.pdf
Rafael Santandreu
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